De poco y con
esfuerzos pude hacerme de una parte de la colección Gredos de
Grandes pensadores. Esta se empezó a vender por entregas semanales
durante el año que va terminando. Muchas protestas y saliva han
corrido por doquier con motivo de que no es posible comprar los
volúmenes. Bien a bien, sólo las primeras dos entregas se
realizaron sin incidentes. De la tercera en adelante han venido un
conjunto de inconvenientes.
El descontento
motivó que se colocara una petición en la plataforma cibernética
Change. Org. (Exigimos que Intermex S.A. de C. V. Garantice en tiempo
y forma la entrega de la colección Gredos), la intención es
beneficiar a los usuarios que compran en los estanquillos de
periódico y obvio a los repartidores y no a los pulpos que acaparan
la obra para revenderla a precios más altos. Huelga decir que esta
empresa pertenece a Grupo Televisa y la acción de protesta,
representa a penas una raya mas para el tigre del abuso.
El abuso es
tradición de esta empresa, la cual es una extensión del corrupto
Estado Mexicano, que le importa un comino las peticiones, las cuales
ni siquiera han alcanzado su meta. Por otro lado la appcitizenship,
ha resultado ser un rotundo fracaso. Si escuchan con atención podrán
disinguir risotads de la empresa por la petición fallida y si
aguzan más el oído escucharán los chillidos y berrinches de
quienes no tendrán sus libros o de quienes pensaban acaparar libros,
pero en una escala menor.
Para mi no hubo mas
remedio que cobijarme a mi expendedor de revistas de cabecera, quien
no sin dificultad ha logrado sortear los graves peligros, avatares y
obstáculos que los acaparadores han puesto sobre dicha colección.
Así que estas
líneas son para C quien ha logrado con éxito rescatar de su
secuestro algunos tomos para mi. He sido testigo de lo difícil de la
situación pues hay mucho encono, y de lo amargo que puede resultar
quedar en medio de situaciones como las anteriores.
Yo ya me he hecho a
la idea de mirar desde las vidrieras el resto de la colección. Pero
lo que no perderé el gusto de haber comprado esos libros de
filosofía como si se tratara de libros prohibidos o de mercancía
fuera de la ley, una actividad del todo clandestina. No me quitará
ya el gusto el acudir sigilosamente, como si distraído al
estanquillo. Leer los encabezados como por casualidad hasta que no
haya nadie. Para que C con una mirada me indique que debo acercarme.
Procedemos entonces a un misterioso intercambio de dinero y un
paquete envuelto en un periódico. Yo me he sentido como en una
película de la época de la Guerra Fría abordando el Expreso de
Oriente mientras soy seguido y espiado por agentes de la KGB y el
M15. Es tan emocionante, como si de mi éxito dependiera la solución
de la crisis de los misiles en Cuba. Claro que todo se me olvida
cuando miro el las camisas azules del tomo y las letras que dicen
Voltaire, Séneca, Platón, etc.
Yo agradezco mucho a
C por los libros pero sobre todo por darle sabor, misterio y emoción
a mis días tristes sin gran cosa que mencionar. Así que estas
líneas son un signo de gratitud a C, mi expendedor de cabecera, a
quien agradezco por tener en mis manos unos cuantos tomos de esta
colección.
[enrique maraver]
Imagen tomada de: http://www.e-xtension.com.mx/wp-content/uploads/2015/10/gredos_pri.jpg
